ENLAPUTACALLE

Los satelukos hemos creado este blog para que todos podamos votar y seleccionar el mejor discurso de despedida, porque aquí sí podemos elegir. Ya sabéis que en el satélite cada día echan a un compañero, así que no perdáis la oportunidad de decir la última palabra. Que no nos gane la desidia. ¿Quién se atreve a romper el silencio?

Tuesday, October 03, 2006

RAPTO EN LA CHIQUIPANDI

La casa del árbol siempre había sido su punto de reunión y Sandra les había citado a las 6 de la tarde en el "Baptisterio" como ellos habían bautizado a su pequeño refugio.
Ella fue la primera en llegar. Era la líder a quien todos consultaban antes de decidir cualquier cuestión, desde donde ir a tomar helado hasta que escucharían en la siguiente reunión de grupo, pero ese día estaba triste.
Las chicas habían quedado antes para comprar chucherias que comerían en la reunión ya que Isa no podía estar sin comer mucho tiempo y el resto estaban cansados de aplazar siempre las reuniones durante unos minutos para que ella saliera a comprar algo, por eso ahora siempre llevaban la compra de chucherias para que a ella no le faltara nada que comer.
Llegaron al pie del árbol las cinco. Isa se estaba comiendo una palmera de chocolate mientras que sus amigas cargaban con las bolsas de la merienda.
- Podías ayudar un poco Isa –Dijo Belén mientras hacia malabarismos para que no se le escurrieran las dos coca-colas que traía en la mano derecha.
- Jo, si es que tengo las manos ocupadas porque la palmera es de chocolate y tengo que tener mucho cuidado en no mancharme. -Le contesto Isa mientras miraba su palmera y pensaba donde darle su siguiente bocado.
- Bueno tampoco es para tanto Belén, total son solo tres cosas y nosotras somos tres… deja que Isa se coma a gusto la palmera que nosotras podemos con el resto – Comento Marta mientras sonreía pensando en las nubes que llevaba en su bolsa, eran de su color favorito… el rosa. No sabía si le gustaban más las nubes por su sabor o por su color.
- ¿Queréis dejar esto para otro momento? –Les corto Miriam. Era la práctica del grupo y lo primero era saber que le había ocurrido a Sandra.
- Yo creo que Miriam tiene razón – Dijo Esther en voz baja mirando a Inés la hermana de Miriam– Lo primero es ver que le pasa a Sandra.
Fueron hacia el árbol y se encontraron con Gerardo y Gastón.
Después de enseñarles las bolsas de chucherias subieron de uno en uno hasta la caseta donde les esperaba Sandra con lágrimas en los ojos. Sus compañeros se temieron lo peor y hasta Isa dejo de comer.
- Gracias por venir chicos – Les dijo mientras se secaba las lágrimas.
- ¿Que te pasa Sandra? – Le dijo su amigo Gerardo con aire protector.
- Bueno chicos… he recibido esta nota y no se que hacer.
Sus amigos se reunieron en torno a la nota y al final Belén con decisión se la quito de las manos a Gastón para leerla en voz alta: "Tenemos a Dorotea y a Doroteo, no acudáis a la policía ni a los padres. Queremos una bolsa de chucherias a cambio de vuestros amigos. Os daremos pistas para llegar al lugar de encuentro para el intercambio. De momento tendréis que ir a casa de la señora Virginia Braun y buscar bajo la maceta que tiene junto a la ventana de la cocina. Ahí tendréis mas instrucciones".
- No podemos ceder al chantaje – Dijo Belen – No pueden atemorizar a la gente, robando sus chucherias.
- ¿Tienes idea de quien ha sido? – Pregunto Gerardo con gesto serio mirando a los ojos de Sandra.
- Tengo una ligera idea. Carlota estaba enfadada porque el otro día no la deje a Dorotea. Quería hacerla un traje pero me daba miedo de que si se la llevaba no la volvería a ver… puede haber sido ella pero no estoy segura– termino Sandra mientras se sonaba en el pañuelo que le había dado Gerardo.
- Chuches podemos comprar cuando nos den la paga a todos, así que yo creo que son mas importantes nuestros amigos – Dijo Gastón con decisión.
Después de media hora tratando de convencer a Isa de que sacrificara las chucherias por sus amigos, fueron a casa de Virginia Braun.
Todos los chicos la tenían miedo así que enviaron a Esther por la nota. Sabían que ella no sabia decir que no, el resto se quedo mirando desde la acera a su amiga mientras ella iba caminando por el césped hasta llegar a la ventana de la cocina. Cuando llego vio la maceta de claveles y la levanto para buscar la nota pero con tanto ímpetu que la maceta choco con el cristal de la ventana. Esther se asusto tanto que soltó la maceta de golpe y en su huida casi pierde el papel que había cogido debajo del tiesto.
La Sra. Braun miro por su ventana pero solo vio a una chica corriendo mientras agitaba un papel que llevaba en la mano "desde luego... no puede estar una tranquila ni en su casa"- Pensó la anciana.
Esther llego sin aliento al lado de sus amigos y le dio la nota a Belén para que la leyera en alto ya que ella se había quedado sin aliento por la carrera.
La nota decía: "Junto a las ocho columnas nuevas, tenéis un mirador. En la tercera ventana dejar la bolsa de chuherias. Ahí os diremos donde podréis rescatar a vuestros amigos".
- No puedo mas… no se donde están esas ocho columnas – Llorosa y sujetándose la cabeza les comento Sandra – Me rindo.
- Yo estoy sin comer nada desde hace tres minutos… ¿sabéis lo que son tres minutos?... no puedo seguir con esto si no tomo algo ahora mismo. Lo mismo hasta me desmayo – Isa término la frase haciendo un amago de desmayo ficticio mientras miraba a Belén.
- ¿Eso es lo q queréis a nuestros amigos?– Con el ceño fruncido tras sus gafas dijo Gastón mirando a cada una de las chicas.
- Yo ya he ido a por la maceta y estoy con taquicardia, ahora no puedo pensar. ¡Me va el corazón a mil! – Les dijo Esther mientras llevaba la mano de Inés a su pecho para mostrar como latía su corazón.
- Pensemos un poco chicos… ¿a que se pueden referir con las ocho nuevas columnas? Tiene que ser un sitio donde tengan vidrieras…. ¿Se os ocurre algo? – Pregunto Miriam mientras tomaba la nota de la mano de Belén y repasaba el texto que habían escrito los secuestradores.
- Creo que en el centro comercial nuevo que han abierto tienen columnas por el medio y una gran vidriera. No se cuantas columnas son porque nunca me he parado a contarlas – Dijo Marta con un hilito de voz y mirando al suelo mientras todos sus amigos ponían los ojos en ella – Pero es un centro comercial muy bonito, tienen hasta una tienda de Hello Kitty toda con colores rosa y cosas chulas… la verdad es que mola mucho.
- Tienes razón Marta – Dijo Gastón – Ese es el lugar donde tenemos que ir.
Los ojillos de Marta chispearon de alegría cuando se dio cuenta de que había resuelto el interrogante.
- Venga chicos, vamos para allí… no perdamos tiempo.- Dijo Sandra mientras tiraba de las manos de sus amigos para llegar lo antes posible al lugar de reunión.
Los nueve chicos tomaron el bus y llegaron al nuevo centro comercial "La Respuesta".
Comprobaron que efectivamente eran ocho las columnas y buscaron las vidrieras. Cuando las encontraron empezaron a contarlas y en la tercera vieron un papel. Esta vez fue Inés la encargada de ir a por el papel.
La chica fue con disimulo hasta la ventana y tomo la nota.
- Aquí esta la nota. Os la leeré – Dijo Inés- : "Si dejáis aquí la bolsa con las chucherias os devolveré a vuestros amigos. Dejarla y dentro de 30 minutos podréis encontrar a la parejita en vuestro árbol cabaña sanos y salvos".
- ¿Toda la bolsa? ¿Puedo quedarme alguna nube? Total, tampoco saben si teníamos 10 o 20… es una pena perder todas las nubes… creo que me voy a hiperventilar solo de pensar en perder todo esto – Comento Isa poniéndose a soplar dentro de una bolsa que le dio Belén.
El resto de los chicos también sufrían la perdida de sus golosinas, pero pensaban que si eso era suficiente para librar a sus amigos y que Sandra fuera feliz… lo daban por bien empleado.
Mientras Belén le comentaba a Isa que las golosinas no dan la felicidad, Gastón aprovechó el momento y le retiro a su amiga la bolsa de golosinas que agarraba contra su pecho como si le fuera la vida en ello.
Al final Isa entendió que era mejor salvar a sus amigos… eso cuando el resto del grupo le aseguro que de la siguiente bolsa que pudieran comprar ella tendría una ración doble de golosinas.
Dejaron la bolsa y volvieron al Baptisterio. Por el camino Gerardo hizo un par de bromas a sus amigas para ver si les sacaba alguna sonrisa, pero los ánimos estaban un poco bajos en ese momento.
Llegaron a la casa del árbol y encontraron una caja de cartón junto a la escalera.
Cuando la abrieron los ojos de Sandra se ilumiron de alegría.
- ¡Por fin! ¡Aquí estáis! Os he echado mucho de menos Dorotea y Doroteo!!! –decía Sandra mientras daba saltitos de alegría y achuchaba a sus peluches.
- Al final… ha salido bien, ¿no? – Comento Gastón limpiando sus gafas.
- Cada día es una gran aventura, ¿verdad chicos? – Comento Belén que dejo a Isa comprando un perrito caliente en el puesto de la esquina.
- Creo q tendríamos que irnos a casa… han sido demasiadas emociones juntas para el mismo día. Nosotras nos marchamos. Me alegro que nuestros amigos estén ya con nosotros. No los pierdas de vista Sandra – Comento Inés mientras tomaba a su hermana Miriam de la mano.
- En el centro comercial he visto un bolso rosa de Kitty chulísimo y quiero pedir que me lo compren para mi cumpleaños… aunque faltan cinco meses espero que me hagan el regalo por adelantado. Hasta mañana – Se despidió Marta agitando la mano. Esther y Gerardo la acompañaron para que no fuera sola hasta casa ya que todos eran vecinos.
- ¿Seguro que estas bien? – Le dijo Gerardo mirando a Sandra y pasándole el brazo por encima del hombro.
- Si. Gracias por lo que habéis hecho por mi. Mañana compraremos helados y… ¡os invito yo! – Sandra estaba feliz ahora que tenía a sus peluches.
- Bue, no hace falta. ¿Para que están los amigos? –Dijo Gerardo mientras revolvía el pelo de su amiga– Mañana nos vemos.
Sandra dio un beso en la mejilla a su amigo y le vio alejarse por el parque.
Estaba muy cansada y se dirigió a la entrada de su casa con un muñeco en cada mano pero algo llamo su atención.
En la acera de enfrente estaba Carlota, esa niña que le había pedido a Dorotea para jugar y que se había enfadado mucho cuando Sandra no se la dejo. Venia despacio comiendo chucherias. Casualmente la bolsa de la que sacaba las chucherias era igual que la bolsa que habian dejado como pago de rescate en el centro comercial.
Sandra ya tenia la prueba que necesitaba para saber que Carlota había sido la secuestradora.
Miro a Dorotea y a Doroteo mientras pensaba en lo mal q se habrían sentido metidos en esa caja y con esa niña tan mala.
Mañana contaría a sus amigos lo que había visto para trazar un plan de venganza entre todos pero estaba cansada y pensó: "ahora no… estoy cansada… ya lo pensare mañana… mañana será otro día".
FIN.
Fdo: Señorita Flecher.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

2 PUNTOS COMO SEGUNDO PARA EL CONCURSO

2:32 PM  

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