DELICIAS ORIENTALES
¡En qué momento!... ¡Mecagüen mi puta calavera! …Nunca debí salir del pueblo… ¡Ah! Otro cascote en la cabeza. Debo tener, por lo menos, cuatro plantas de hormigón y vigas retorcidas encima de mi espalda. El polvo empieza a obstruir mi nariz, una especie de barrillo se me está formando en la boca y me está empezando a resecar la garganta. ¡Lo que daría por un güisqui con ginger ale de litro! Creo que podría decirlo en siete idiomas. ¡A ver si dejan de saltar ahí arriba! ¡Vaya!... Eso no lo sé decir en tantos idiomas, por lo menos en árabe o en libanés o en lo que Dios quiera que hablen aquí…Por este lado parece que hay más hueco. Debo de tener por lo menos medio kilo de cristales en el cuerpo, no lo veo, pero siento la humedad en los pantalones, aunque puede ser agua de alguna cañería rota. Jodido chaquetón, en qué momento… Si salgo de esta tengo algo que recordar: no aceptar ropa como pago de deudas de juego. Aunque por otra parte está chula, los cristales solo me pinchan en las piernas. Ese bombero sin fronteras del copón…Tanta preparación y tanto esfuerzo y no les enseñan a jugar a las cartas. Debe estar peor, según salimos del café se fue hacia su retén y les cayó un obús a menos de diez metros, creo que se llamaba Luca, es de Verona y no sabe que el full gana al color. Decididamente hoy no era su día. Pensándolo bien tampoco es el mío… Eso parece una luz… No, no es más que el reflejo de la linterna, esto debía de ser una habitación, veo peluches… ¡Mierda! No creo que se les haya ocurrido meter las máquinas mientras estoy aquí, ese trozo que ha caído era muy grande…
-¡Holaaaaa! ¡Hay alguien por aquí!...
Debería darme la vuelta y decir que no hay nadie ¡Puta mierda de guerra! Con lo bien que me iba…
Desde que empecé hace diez años a seguir a los cascos azules no he hecho más que ganar pasta…
-¡Hello! ¿Is anybody here?
Nada, aquí no queda ni el gato, aquí no podría quedar nada con vida, no hay casi espacio para un tirillas como yo y menos para un bombero, ¿pero como voy a parecer un bombero con mi metro sesenta y cinco? Eso tampoco podía explicárselo a la señora y al hombre sin brazo, los de aquí abajo creo que deben de ser sus hijos. ¡Mierda de chaquetón! Si salgo de esta lo quemo, lo juro.
-Aló! Il y a quelqu’un?
Sí, en francés lo mismo me entienden, aunque si son crios no creo que entiendan mi acento. Lo poco que sé me lo enseñó un sargento canadiense en Kosovo, ¡qué cabrón! ¡Como le gustaba follar! No era fácil encontrar por allí a dos chavalas que quisieran montárselo con él, pero siempre van sobrados de pasta… no les deben de aguantar ni en su casa. Cuando estás lejos no hay nada como presentarse con un fajo de dólares para sentir el calor de una mujer, bueno, en el caso del sargento Pellier de dos.
-¡Hostiasssss! ¡Qué calambrazo! Debo de tener más cuidado, esta mierda de cemento se ha transformado en un majano, y tiene toda la pinta de que yo soy el conejo. Este cemento debe ser peor que el que utilizaba Gil y Gil en los 70. Seguro que este mismo desastre lo podría haber hecho una Vespino empotrándola contra la fachada...
Justo lo que faltaba, más gente a mover cascotes, ahora no voy a oír nada, pero por lo menos entrará más aire…
Por este hueco, sí…creo que… ¡Umpf! Otro poco más… Ya está. ¿Esto que es? Parece una chilaba... ¡Joder, la abuela! Bueno por lo menos no tendrá que enterrar a sus hijos o a sus nietos. Mi padre me decía siempre que no hay nada peor que enterrar a los propios hijos…No hay salida. Intentaré recular…
-¡Holaaaaa…! ¿Hay alguien aquí…?
Esto me recuerda a los subterráneos de Kandahar, aquel legionario, Curro, me dijo que parecía un parque de atracciones: túneles, cuevas, toboganes… Justo. La casa del terror. Menos mal que habían hecho limpieza…La sensación era similar a la que tengo ahora, pero ahora estoy más angustiado, hay aquí más trampas que en una peli de Rambo y los marines no han hecho limpieza.
He visto un hueco al lado de la nevera, está hecha un acordeón… miraré antes de salir al otro lado… nada. Tengo las rodillas desolladas. Debo seguir, cuanto antes salga de aquí antes me iré al hotel, he visto una francesilla muy salada, creo que me dijo que era corresponsal de Le Monde y el cabo de intendencia Marcos me va dejar un 4X4 para poder ir a darnos un bañito cerca de Tiro, hay unas calitas de ensueño, sí…un poco de brisa marina…No me vendría mal un masajito… ¡Coñooo! ¡Si están aquí!
-¡Eeehh! ¡Bajad aquí, los he encontrado!
Esta niña está muy mal, debe de tener unos 10 años, parece que se le ha clavado algo en la pierna. El crío tiene los ojos abiertos y respira, pero parece que no se puede mover tampoco…
-¡Tranquilo machote, te voy a sacar de aquí en un periquete!
¡Vaya! Ni se ha inmutado…Estoy tonto, aquí nadie habla español. Bueno excepto Omar, me dijo que había estado en Barcelona tres años currando en un decomiso, es el que me consigue el hachis para trapichear. El rojo libanés es muy rico, recuerdo que en Ámsterdam lo tenían a casi 10 € el gramo, Omar me lo consigue a 2 y yo lo paso a 15€, a los chavales les sale caro, pero por lo menos no tienen que buscarse la vida, ni hacer salidas sin permiso del comandante. Le saco más beneficio que al alcohol que le compro al segurata del hotel Rashid, las botellas no me salen baratas, pero a los muchachos se les ha acabado el DYC y se beben hasta el agua de los floreros…Si pudiera conseguir un poco para limpiar la herida de la niña. Se parece a Inma, la pequeña de mi hermana, aunque hace tanto que no la veo…seguro que ya tiene novio... Algún bacala con corte de pelo infame de esos que van con las motillos de juguete, ¡cabrones!... Si supieran la mitad de las cosas que pasan a tres horas de vuelo de su puto parque…
Voy a intentar taponar la herida de la niña, aquí está…
-Mira nena, ¿a que nunca te han vendado con un pañuelo auténtico de seda italiano?
Ese carabinieri… ¡Guido!, sí, ese es su nombre, como se nota que ha estado en otros “fregaos” el muy pillo también se ha traído la mochila llena de recuerdos de la madre patria para intercambiar o para camelar a alguna muchacha.
¡Pena de pañuelo!… El chaval sigue sin moverse. Debe estar en shock o algo así, espero que no esté trabado por los escombros. Ni siquiera pestañea.
Empiezo a sentirme muy sofocado. Espero que este pueblo miserable llamado Marjayun no sea mi tumba. Todavía tengo que ir a Tiro con esa francesita pecosa.
Voy a intentar arrastrarla… Gime de dolor, no creo que aguante hasta la salida, pobrecilla…
-¡Tranquila pequeña tus padres están fuera! ¡Tranquilisez vous, votres peres sont içi, ma chery!
¡Hey! Me ha parecido verla asentir con la cabeza. Supongo que mi francés ha mejorado, o puede que vea que estoy más acojonado que ella. Voy a quitarme el chaquetón para poder arrastrarla encima. El cinturón… Lo ataré a la pechera para poder tirar de ella sin pisarle la cara a la pobre, solo le faltaba eso. Espero que haya ambulancias fuera…
El niño tendrá que esperar, no he llegado ni a comprobar si estaba herido, parecía un gazapillo en una madriguera…
¡Ptuf! ¡Qué asco! no puedo creer que esa mierda salga de mi boca. Me duelen las manos, menos mal que todavía se ven las varillas fosforescentes, mi cuñado las usa más pequeñitas para pescar. ¡Qué suerte que a Luca se le haya olvidado vaciar el chaquetón! Oigo cada vez más claras las voces y los ruidos de cascotes… No me gusta nada tener que pasar por este agujero otra vez pero el chaval sigue allí. Mierda de polvo y mierda de chaquetón de bombero, solo espero que la chiquilla no se esté haciendo más daño. La niña parece un fantasma, está toda blanca…Por fin la luz.
-¡Hostiaputalcopónbendito! ¡Que susto me has dado cabrón! Vamos, ladra más fuerte bonito, venga…eso que venga alguien a recoger a la cría. ¡Eh, tú ven “pacá”, rápido, aquí hay una niña herida!
Creo que me ha oído, es otro italiano, jamás pensé que me alegraría tanto de ver a uno. Hace años, en verano los perseguíamos por Benidorm para hostiarles por quitarnos a las chatis.
-¡Tranquila nena, je vais a pour ton frére! Te voy a quitar la chupa para poder traerle también…Vamos allá…No te muevas…Muy bien eres muy valiente…
¡Ups! Esto empieza a sonar como el vientre de un oso, esta escombrera parece que esté viva…Será mejor que me dé prisa…Por aquí no es, ¡piensa!...Que poco han durado las bengalitas verdes, duran menos que los collares fosforito que vendían en la feria de mi pueblo, recuerdo que le regalé una roja y una verde a Marisol, la hija de la Merche, con que ardores me lo agradeció... Aquí está el cable…
-¡Aahhh! ¡Pero si no lo he rozado siquiera, suputamadre!
Debo estar cerca, este hueco me suena…Pobre abuela… ¡Ahí está el chico!
-¡Chaval, dame la mano…Así, muy bien…
Creo que puede moverse, pero no me la juego, le voy a arrastrar como a su hermana, espero que se esté quieto, aunque le podría decir que alumbrase con la linterna, saldríamos más rápido, ¿por qué no habré aprendido idiomas? Vamos allá… ahí está el cable… Adiós Abuela… Creo que la ha visto…Otra vez ese ruido…
-¡Cuidado!... ¡Ah!...
¡Mi mano!... ¡Ostia!, menudo bloque, no puedo moverme, ¡tranquilo majete! (Dios como duele)
El niño me ha visto, ha cambiado su rostro y me mira incrédulo…empiezo a sangrar, se me duerme la mano, esto no me gusta nada y además se ha obturado el pasillo… Noto algo en el brazo…es el crío, me mira y me da una barra de hierro, no me lo puedo creer ha estado todo el rato inmóvil y ahora aparece con una palanca… ¡Umpf! Ya está… un quintal pesa el jodío bloque, sangro como un cerdo y no veo la luz al final del túnel…Ahora veo un dedito delante de mis narices apuntando hacia la derecha, me mareo … el niño me ha adelantado y tira de mi camisa, el chaquetón del bombero ha quedado atrás…me duele, no puedo casi respirar…un zumbido en mi cabeza no me deja oír al muchacho, parece que está articulando palabras, me da igual, no entiendo una patata en árabe. Ahora algo peludo y húmedo, moja mi mejilla, mi cara, mi mano sangrante…Luz ¡por fin!…Aire….
------------------------------------------
-Margot, ven a la toalla a ponerme otra copita, todavía me duele la mano…
Por cierto una preguntita ¿cómo se dice en francés estás más buena que el pan?
Mohamed Castells.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home